Las advertencias del sector inmobiliario sobre las consecuencias de la aprobación de la Ley de Vivienda comienzan a dejar de ser avisos y a convertirse en una realidad, cuando apenas han transcurrido unas semanas desde su entrada en vigor. Una de ellas versaba sobre la huida de caseros hacia el mercado de la compraventa y otros modelos de arrendamiento como es el del alquiler turístico. Pero no han sido estos los únicos refugios.
Los alquileres de media duración, los inferiores a un año, también se han convertido en la otra gran alternativa para muchos propietarios que ponen a la seguridad jurídica en su primer escalón de preferencias.
ALQUILERES INFERIORES A UN AÑO
Son alquileres que no están regulados en la ley de Vivienda y que han escapado de todas las intervenciones al mercado del alquiler que ha venido haciendo el Gobierno en los últimos tiempos, como son los límites del 2% a la subida anual de las rentas o las prórrogas forzosas a favor del inquilino.
Las primeras en constatar este trasvase son las propias plataformas especializadas en el alquiler de menos de un año. Distintas empresas intermediarias lo confirman. Aseguran que, en todo caso, es una tendencia que ya se venía produciendo desde abril del año pasado cuando el Gobierno desvinculó al IPC de los alquileres y estableció un límite del 2% a la subida de rentas anuales, todavía vigente hoy, y que la ley de vivienda elevará al 3% durante 2024.